Tras un pequeño refrigerio que tomamos en el comedor con las extraordinarias vistas del Orzán y Riazor.
Nos desplazamos hasta el Acuario Finisterrae, vigilado por la torre de Hércules a su derecha.
En el Acuario no nos olvidamos de acariciar las estrellas de mar, echar una carrera con los barcos.
Bajar al camarote del Capitán Nemo para ver a los tiburones y salir a la zona exterior donde un fuerte oleaje nos salpicó a algunos.
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